Aun soy el extraño... y me gusta...

De vuelta, encontrar los caminos diferentes a casa, porque ya me los se todos, buscando la diferencia entre los zapatos que hacen ruido y aquellas calles que tengo para caminar descalzo, para no variar, dejo atras un poco la forma y empiezo con el diario de felicidad que me corresponde, porque mis errores me lo hacen merecer, porque no vivire con el castigo que me pongo a ratos, porque yo tambien debo dejar las montañas y recorre el agua, a la cual pertenezco, a la cual me entrego...
Tenia tiempo para las canciones tristes que curaran heridas, como sal y limon encima, esas que ya estan tan cerca de cerrar, que no duelen pero que son irreverentes en la mente y cuentan de lo irrisorio en terminos diminutivos de lo poco sustancial, de los dias que pasaron, mientras el tiempo de sumirme en la miseria se termina. Canciones sin nombre, sin nombre propio, de las cuales me dicen haber cambiado, pero no, soy el mismo, no el que comete errores, eso no es verdad, las verdades son como transparencias, soy aquel que predica y espera aplicar, aquel que piensa, que siente, sigo siendo el extraño.

Vivo en mis cuentos que no son cuentos, vivo en las noches porque me da mas miedo el dia, ver lo que se ha convertido el mundo para mi, el que un dia hice y que ahora pretende cazarme, espiando horizontes, aunque nunca haya nada ahi y siempre sea lo mismo, porque siempre creemos que no somos buenos para que algo pueda perdurar, pero la pregunta mas escencial de todas y la que hace que pueda seguir en las noches y atravezar el dia sin la luna en mi espalda, es tan basica como volver aqui...

Alguna vez te preguntaste.....

porque las estrellas aun
no dejan de brillar?...

Capitulo 1: La ciudad de los muertos!

Él caminaba en la ciudad, una ciudad como cualquiera, con edificios planos y otros sobresalientes, entre la gente, entre los autos y el smoke, pero sobre todo, caminaba, de dia, de noche, siempre con un rumbo y sin el, algunas veces se entretenia viendo la gente caminar, le parecia un monologo escrito por si mismo desde la hora de levantarse de su cama, a veces pensaba en importante que era el mutualismo de la gente, compartiendo el aire y luchando por el, solía decirse algunas veces que respirar no era del todo involuntario y que a diario intentaba ocho veces al día dejar de hacerlo aunque solo lograra tomarle un minuto y así progresivamente hasta llegar a cinco.

Él, decidía y pensaba, secuestraba su imaginación y escuchaba atentamente al camino que encontraba al desplazarse, sin embargo, había algo que notaba con mas frecuencia, en sus largas salidas en la ciudad, algo con lo que se contrariaría cualquiera, hasta él, ya que muchos de sus pensamientos y letargos, se basaban en las historias de otros, a veces en sus propias maneras de contar o sucedido durante el día, o de una expresión de alguna persona menos ajena. encontrarse en una ciudad llena, repleta, hastiada de gente, no muy normal, silenciosa, él la llamaba la ciudad de los muertos, por su increíble frío, pero no basándose en el clima, basándose en las direcciones que suelen tomar las personas, caminando, dejando de lado a otras, sin siquiera poder entablar una conversación porque le tildarían de loco, personas que simplemente estaban ahí, en los autobuses, en las calles, palpitantes, comunes en el exterior, muertos ante los demás.

Él tenia un nombre, uno cualquiera, como es de suponerse, uno que le ayudara a mantenerse encubierto en la ciudad de los muertos, para parecer como ellos, para ser como ellos, aunque, a decir verdad, se sentía como ellos, porque el frió de la ciudad podía llegarle hasta los huesos, a cualquiera que pisara los cimientos y las calles intransigentes.

Al transcurrir de los días y las noches, se unían las verdades ocultas y los pasajes amenos, cosas que día a día le iban llenando de prejuicios e incertidumbres, cosas que necesitaban de una inexpresion de sus héroes mas recónditos y aquellos a los que si podía recordar...

Prologo

Contamos con que no siempre es parte de nuestra versatilidad, que no es nuestro el día a día  que llevamos, que nada es real. podemos y tenemos el privilegio de descifrar lo que queremos y aquello que no, simplemente lo dejamos al azar, pero, de repente para escribir empiezo a cuestionar de donde vienen todas las palabras que en los momentos que quise, escribí, y de alguna manera, hable y conté, a aquel personaje que leyó, a la dama y mujer de los monstruos, a aquellos que conozco y a los que no, es por esto que dejamos de lado a veces las acciones y nos quedamos en los pensamientos, son menos frágiles que la vida entera, son menos difíciles y para muchas otras cosas, son mas apasionadas, incluyendo aquellos besos imaginarios, de mitades imaginarias, que sin pensar a veces llegan, de repente...

No voy a contarte otra historia de amor y dolor, hoy voy a poner nombre a lo que por muchas veces se queda en la memoria, le conozco como prologo, así es, el prologo de un largo e interminable hecho que es el de las ganas de olvido, y de empezar a recoger lo que voy sembrando, noche a noche, día a día, y preguntaras porque siempre esta la noche de primera, y sin embargo, te digo con un poco de silencio, que la oscuridad te deja ver mas allá de la vista sideral, de lo imaginario y lo complejo, porque en la oscuridad, en ciertas ocasiones, te encuentras, te defines, te pretendes y te dejas, sin embargo, el día siempre estará presente...

Es hora que nuestros héroes se revelen y muestren un camino dibujado para nosotros, un camino dedicado a ser mas fuertes, un camino donde nosotros seamos también el héroe de alguien y le inspiremos a llegar mas lejos, como nos enseñaron con sus historias,...