viernes, 2 de marzo de 2012

Capitulo 1: La ciudad de los muertos!

Él caminaba en la ciudad, una ciudad como cualquiera, con edificios planos y otros sobresalientes, entre la gente, entre los autos y el smoke, pero sobre todo, caminaba, de dia, de noche, siempre con un rumbo y sin el, algunas veces se entretenia viendo la gente caminar, le parecia un monologo escrito por si mismo desde la hora de levantarse de su cama, a veces pensaba en importante que era el mutualismo de la gente, compartiendo el aire y luchando por el, solía decirse algunas veces que respirar no era del todo involuntario y que a diario intentaba ocho veces al día dejar de hacerlo aunque solo lograra tomarle un minuto y así progresivamente hasta llegar a cinco.

Él, decidía y pensaba, secuestraba su imaginación y escuchaba atentamente al camino que encontraba al desplazarse, sin embargo, había algo que notaba con mas frecuencia, en sus largas salidas en la ciudad, algo con lo que se contrariaría cualquiera, hasta él, ya que muchos de sus pensamientos y letargos, se basaban en las historias de otros, a veces en sus propias maneras de contar o sucedido durante el día, o de una expresión de alguna persona menos ajena. encontrarse en una ciudad llena, repleta, hastiada de gente, no muy normal, silenciosa, él la llamaba la ciudad de los muertos, por su increíble frío, pero no basándose en el clima, basándose en las direcciones que suelen tomar las personas, caminando, dejando de lado a otras, sin siquiera poder entablar una conversación porque le tildarían de loco, personas que simplemente estaban ahí, en los autobuses, en las calles, palpitantes, comunes en el exterior, muertos ante los demás.

Él tenia un nombre, uno cualquiera, como es de suponerse, uno que le ayudara a mantenerse encubierto en la ciudad de los muertos, para parecer como ellos, para ser como ellos, aunque, a decir verdad, se sentía como ellos, porque el frió de la ciudad podía llegarle hasta los huesos, a cualquiera que pisara los cimientos y las calles intransigentes.

Al transcurrir de los días y las noches, se unían las verdades ocultas y los pasajes amenos, cosas que día a día le iban llenando de prejuicios e incertidumbres, cosas que necesitaban de una inexpresion de sus héroes mas recónditos y aquellos a los que si podía recordar...