Hay tantos espacios privados en la mente que se tornan de dominios públicos, de inservibles días de tristezas contadas y que de nuevo intento no poner es esta larga lista de consecuencias y trasnochos. Empiezo a darme cuenta la clase de veneno que soy, de la incertidumbre que se ha posesionado de mi alma y de la perdida del corazón que al parecer es lo mas extraño que ha pasado en tantos días de conteos y revueltas de las palabras que acostumbras a leer…
Sigo sin entender muchas cosas del amor, del dolor y de los viajes internos a golpear, el inmerso mundo del poco ego que tengo, y que me da igual tener, sigo 
insistiendo que los errores son partidas de nuevas metas y líneas, y que los amores se vuelven pocos y casi escasos a medida que pasan los meses, pero con el alivio de sufrir solo y de llorar en las noches… solo…
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