Cayendo en el silencio, en el retorno de antiguas y profundas desesperanzas, cansado y con mucho miedo en la espalda, recorro dia a dia el sendero de las memorias que divagan sentadas en la acera de la calle.
Estipulas que no es normal llorar una vez cada dos horas, situo en tus haberes y conexiones cada una de tus culpas y de los horarios inversos a las profundas comunicaciones estrictas y restringidas a los buenos momentos, sin embargo, siempre tenemos la duda por delante,y tenemos miedo de lo que es y de lo que puede ser.
Hemos caminado muchas calles, a veces juntos, a veces solos, siempre andamos de la mano de cada uno de los buenos y malos ratos que tuvimos en esta tierra, como suelen llamarle los lugareños, la verdadera tierra del olvido, no por que este escrita en una cancion, sino porque es asi, es el lugar donde cada uno de tus lamentos y los mios, se unen y desgarran el alma sin saber si algun dia volveremos a ser felices.
Restingiendo la conversacion, me doy cuenta que no soy yo quien ha muerto, fuiste tu, sin embargo puedo decirte que ya que no estas aqui, que no te quedas en esta tierra, como ya te dije el nombre, puede ser que al fin encuentres la parte que perdiste, puede ser que finalmente yo sea solo aquel largo paso entre tu sitio y el mio, entre cada una de las heridas que nos dejamos con tu partida, aunque solo sea efimero, mientras resolvemos como encontrarnos de nuevo.
Aun creo que el recuerdo me lleva al fondo
es por eso que debo soltarme de la memoria
y entregarme completamente al vacio del olvido
es mas facil, sobre todo para un corazon dolido...
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