domingo, 19 de junio de 2011

Tendré que arreglármelas...

Abriendo la ventana una, dos, tres veces sin parar y sigo pensando que esta ahí...

Dice con palabras lo que no quiero escuchar, a veces un poco lento y otras demasiado rápido para pensar, siempre veo alguna fotografía y con recuerdos completo el día mientras pienso la mejor manera para dormir, entre color naranja de su cobija y el total ahogo de la espera matutina y a veces extensa durante todo el día...

Abriendo la puerta con un timbre ajeno una, dos, tres veces sin parar y sigo pensando que esta ahí...

Digo con canciones, letras, llamadas y mensajes lo que espero explicar cuando la luna se torne gris y cuando los días terminen de pasar, es probablemente una costumbre, falta de argumentos o simplemente una fantasía, yo creo que es falta de arremeter contra la memoria y buscarme unas ganas nuevas de pintar la mañana, o tal vez optar por quedarme con este vació, solo, y caminar por la ciudad...

Abriendo las puertas de las habitaciones una, dos tres veces para pensar que esta detrás....

Pienso en el final de las historias, buscar algunas conjeturas y soluciones a los problemas que no hay, salgo por la calle a ningún lugar para ver si hay un porque en la vuelta de la esquina y no hablo con personas porque la verdad no responden a preguntas las cuales nunca conocieron, porque sabiamente no me conocieron, o tal vez no me di cuenta de cuando no lo hicieron....

Cerrando todo y al final, se que no se quedaría, se que no quiere venir mas, ni por las fotografías, ni por las llamadas, así yo llame, se que el teléfono no contestaría...

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